1. ¿Se
puede saber ser maestro antes de ser maestro?
- Lo
primero de todo es diferenciar vocación y compromiso profesional.
Como bien
explicó Miguel Sola, vocación proviene del latín: vocāre; dicho esto,
Vocación
es el deseo de emprender una carrera, profesión o cualquier otra actividad
cuando todavía no se han adquirido todas las aptitudes o conocimientos
necesarios. Pero no debemos confundirlo con compromiso profesional. Para no
hacerlo tan complicado y que no resulte tan aburrido lo explicaremos con varios
ejemplos:
Empezamos
comentando el caso de nuestro querido profesor.
No hace
mucho tiempo, en una emisora de radio en Málaga sonaba la melodiosa voz de
Miguel con solo 14 añitos, después de esto estudió un año de periodismo, otro
de biología, entre otras, hasta que un día se paró delante de la facultad de
Magisterio y le preguntó a una amiga si se podía matricular allí, si… ¡estáis
pensando lo mismo que nosotras!, “es culillo de mal asiento” (con todo el
cariño). Obviando pasos anteriores, contaros que Miguel consiguió el titulo en
año y medio. Os preguntaréis para que os
hemos contado esta anécdota, muy sencillo, la hemos considerado necesaria y
útil para que veáis que en este caso no
se llegó a ser maestro por vocación, sino más bien por casualidad. He aquí la diferencia entre vocación y
compromiso profesional, como podéis ver Miguel llegó de casualidad a esta
profesión, y es ahí y en ese momento donde se dio cuenta de su verdadera
vocación, en la Práctica. Empezó con un compromiso profesional, pero al cabo
del tiempo, se dio cuenta que si era su verdadera vocación, y lo podemos
afirmar.
Por el
contrario, hay personas en las cuáles nos incluimos, que sentimos verdadera
vocación por esta profesión, pero hasta que no la ejerzamos no podremos comprobarlo.
Puede que el día de mañana, cuando lleguemos a una clase comprobemos que esa
vocación se desvanezca o por el contrario, que encontremos una puerta llena de
ilusiones, retos que afrontar, diferentes situaciones...
Después
de explicar todo lo anterior, pensamos que no se puede saber ser maestro antes
de ser maestros, ya que es necesario la práctica ante todo, para aprender a ser
verdaderos profesores/as, ya que en ese momento es cuando estás viviendo en
primera persona lo que es ser un docente, todo ello conlleva una serie
circunstancias, problemas que tendremos que resolver, enfrentarnos a dar clase
a unos 30 niños/as, cada uno con sus circunstancias, sus inquietudes…
Con esto
no queremos decir que la formación y la teoría no sea necesaria, pero tampoco
único e indispensable. La teoría la debemos construir entre todos contando
nuestras experiencias, circunstancias, situaciones, problemas resueltos…., para
que los demás la usen cuando verdaderamente es necesaria.
Todos
debemos, poner en común nuestras vivencias, alternativas, experiencias, ideas,
propuestas…, con el fin de difundir esta información para que sea útil a los
demás, al igual que nosotros podamos recurrir a la de otros docentes.
Ya que
hoy en día, los medios de educación han evolucionado tanto, podemos hacer un
buen uso de ellos, es por eso que nosotras, alumnas de 1ª de Magisterio estamos
creando este blog, somos principiantes, pero nuestra información puede ser tan
útil, o más que otras fuentes, ya que nosotros estamos empezando, podemos propiciar
un cambio en la educación, que creemos, es necesario. Por eso, es necesaria la
teoría, para ir modificándola, creándola entre todos. No crear una teoría o
fórmulas universales, ya que la especia humana es muy cambiante, y cada persona
es diferente y especial a las demás, por eso
no existe una ley o teoría universal. Cada persona crea su propia
realidad. Llega aquí el conflicto. Ayer tuvimos una acalorada discusión, Miguel
nos estuvo explicando las dos teorías: Positivismo y constructivismo. Al principio,
nos situábamos en el positivismo, pero al finalizar la charla y focalizar el
tema en educación, nos situamos en lado opuesto: en el constructivista, ya que
sus características eran más afines respecto a la educación.
De
acuerdo con estas dos premisas:
1. El
conocimiento es activamente construido por el sujeto cognoscente, no pasivamente recibido del entorno.
2.
Llegar a conocer es un proceso adaptativo que organiza el mundo experiencial de
uno; no se descubre un independiente y preexistente mundo fuera de la mente del
conocedor.
Por
último, y no menos importante, hablar sobre el papel del maestro, ya que al estar al frente de un grupo de alumnos/as, el docente enfrenta situaciones complejas a las que no puede responder haciendo uso sólo de lo aprendido en su proceso de formación profesional, sin embargo, desde la práctica misma, tienen que emprender búsquedas y encontrar estrategias que les permitan enfrentar esas situaciones.
Muy buen trabajo todo, sí señor. Sólo una pega: yo nunca he dicho que haya encontrado, ni antes ni después, mi verdadera vocación. Sigo instalado en el compromiso profesional.
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