PRESENTACIÓN

Queridos bloggeros, teneis el privilegio de tener ante vuestras pantallas un blog que puede revolucionar la educación. Las encargadas de esta maravillosa y compleja tarea somos cuatro alumnas de 1º E, Magisterio Primaria(U.M.A).


Esta arriesgada tarea no sería posible sin la ayuda de dos grandes profesionales que nos aportarán ideas y nos ayudarán a involucrarnos en ella, con el objetivo de que esto no sea papel mojado en un futuro.
Antes de empezar nuestro proyecto, queremos agradecer a nuestros profesores/as que nos hagan reflexionar sobre la educación y nos hagan partícipes de ello.
Para concluir:

-Marina se encargará de la organización escolar, la biblioteca y la cultura.

-María Guirado va a llevar a cabo de la interculturalidad y la motivación.

-María Loza se encargará de selectividad y de las necesidades educativas especiales.

-Isabel María se va a encargar de la disciplina y la metodología.

Un saludo y esperamos ansiosas vuestros comentarios y críticas constructivas.



martes, 15 de mayo de 2012


«Mi hijo no va al colegio, pero está mucho más preparado que el resto» 

 

 http://www.abc.es/20120506/sociedad/abci-educar-familia-casa-201205031137.html

 

Alrededor de 2.000 familias en España educan a sus hijos en casa. Es el llamado «homeschooling», una opción rodeada de mitos y que, según sus defensores, da «excelentes resultados»

Que las pocas informaciones que nos llegan sobre el «homeschooling» (educación en casa) se reduzcan al hecho de que extravagantes celebrities, como la familia Cruise, opten por esta modalidad educativa en sustitución de la escuela tradicional hace, con toda seguridad, un flaco favor a quienes luchan por que esta alternativa se despoje de los falsos mitos que la rodean.
Alrededor de 2.000 familias españolas educan a sus hijos en casa por elección propia. No se trata de datos oficiales, sino de las estadísticas que familias y asociaciones como ALE (Asociación para la libre educación) manejan, dada su dificultad para realizar recuentos exhaustivos por problemas legales. A grandes rasgos, el «homeschooling» puede definirse como una opción cuyo objetivo básico responde a la «voluntad de educar a los hijos anteponiendo el criterio familiar más personalizado y flexible por delante de un criterio escolar único para todos». Así lo describe Carme Urpi, profesora en la Universidad de Navarra, quien subraya la necesidad de anteponer el «aprendizaje comprensivo y participativo» al «automatizado y descontextualizado» que, en su opinión, aporta el sistema educativo actual.
Las razones principales de los padres que deciden que sus hijos no asistan cada día al colegio se basan, principalmente, en una desconfianza absoluta del sistema establecido, así como en la creencia de que existen mejores formas de aprender que mediante la «mera transmisión de conocimientos» que ofrece la escuela. Consideran, además, que los niños que aprenden con este método están igual o mejor preparados que aquellos que sí reciben formación reglada.

Sin normas estrictas

Sergio educa a sus tres hijos en casa. Uno de ellos tiene seis años, los otros dos, mellizos, cuatro. «Construimos la educación a partir de juegos. Los niños se despiertan por la mañana y se ponen a jugar al ajedrez, dibujar historias, plantar hierbas o construir un ecosistema para los insectos que encontramos en el jardín. No hay normas rígidas sobre lo que deben hacer». Como explica, es a partir de la rutina diaria como surgen los temas que se tratarán en cada momento: «Si encontramos una lagartija podemos acabar hablando de dinosaurios y meteoritos con un libro entre las manos, pero no seguimos un programa definido ni un único texto de apoyo. Por ejemplo, jugamos a las matemáticas de cabeza y sin apuntar, aprendemos a identificar morfológica y sintácticamente las oraciones según hablamos...». Además, asegura que sus tres hijos hablan inglés, puesto que «lo practican a diario».

Las familias que educan a sus hijos en casa deben formarse continuamente

Como Sergio y su pareja, Cristina, las familias que basan la educación de sus hijos en el «homeschooling» obvian prácticamente los métodos del sistema convencional. «No creemos en la educación compartimentada en materias, ni tampoco en la evaluación por etapas, por lo que seguimos un sistema de formación contínua y transversal: aprender geometría jugando al ajedrez, mitología griega contemplando las constelaciones...».
Esta opción educativa puede ser de todo menos sencilla. Las familias que deciden educar a sus hijos en casa deben ser padres y profesores al mismo tiempo, pasar la mayor parte del día con los niños (por lo menos uno de los progenitores) y formarse de manera contínua para dar respuesta a sus necesidades. «La preparación del padre es constante. El aprendizaje por esta fórmula es un camino que maestro y alumno recorren juntos. Procuramos que el niño descubra las cosas por sí mismo, no hay estrés por cumplir fechas, por superar evaluaciones que provoquen angustia...».

«Más preparados que otros niños»

Para quienes defienden este método resulta totalmente erróneo relacionar el «homeschooling» con absentismo escolar, con menor preparación de los menores o con padres demasiado «progres». Según Carme Urpi, este método supone lo contrario de lo que se piensa, pues da lugar a «buenos resultados académicos, a una mayor personalización del proceso de enseñanza-aprendizaje y, por tanto, a una mejor atención al alumnado». Además, opina que posiblemente el sistema pueda aumentar las posibilidades laborales de los jóvenes de cara al futuro.
Al preguntarle por las principales barreras de este sistema, Urpi puntualiza que más bien se trata de requisitos, dado que «la escuela en casa requiere una mayor implicación por parte de los padres en la educación de sus hijos. Se trata de inconvenientes que podrían reducirse con el reconocimiento necesario y el apoyo correspondiente».

Reorganizar el tiempo

Laura Mascaró es abogada y experta en «homeschooling», materia sobre la que va camino de escribir su tercer libro. Además, acaba de crear la Plataforma por la Libertad Educativa (PLE) para dar asistencia a los «homeschoolers» y negociar con las autoridades debido a la persecución a la que dice, se ven sometidos. Es, además, madre soltera de un niño de 7 años que decidió desescolarizar a los 3. «Tengo la ventaja de trabajar por mi cuenta y organizar los horarios a mi conveniencia», asegura, aunque tanto su madre como su hermano se ocupan de su hijo mientras ella trabaja. «Casi todas las familias que deciden educar en casa tienen que reorganizar su tiempo, sus profesiones y sus finanzas».
Para ella, el hecho de que solo las familias económicamente pudientes puedan permitirse esta opción educativa es otro de los falsos mitos que rodean al «homeschooling». «Educar en casa puede resultar tan caro o tan barato como uno quiera o pueda permitirse».
Laura Mascaró no destacaría «en absoluto» nada positivo del sistema educativo actual. «En su momento, conseguir la escolarización "universal" fue un gran logro social, pero de ahí a obligar a usar ese sistema en concreto hay una gran diferencia». Carme Urpi, por su parte, considera que el sistema «requiere una mayor flexibilización que permita una atención a la diversidad más real, mayores cauces de participación de las familias y mejoras en el desarrollo de la profesión docente».

Pero... ¿es legal?

En este sentido, Sergio destaca que el Ministerio de Educación brinda, desde hace años, la posibilidad de estudiar a distancia a niños con necesidades especiales, aunque el «homeschooling» se encuentra inmerso en un auténtico vacío legal. Las familias, agrupadas en asociaciones como ALE, reivindican «que se diferencie con claridad la figura de la educación en familia del mero absentismo escolar o desatención». «Otro problema es la homologación de los estudios . En la actualidad, los niños que se forman en casa no pueden obtener el título de secundaria por libre hasta los dieciocho años, dos años de desventaja en relación con los alumnos escolarizados. No creo que exista nada que justifique semejante discriminación».

Las familias que eligen esta opción son tratadas casi «como delincuentes»

«Las familias españolas que educan fuera del sistema aspiran, en general, a que se reconozca plenamente su forma de educar como una opción válida. Así se empezó en otros países hace años y la experiencia ha demostrado que no sólo no causa ningún perjuicio a los menores, sino que les coloca en posición de ventaja frente a los alumnos que siguen el sistema ordinario». No en vano, Sergio está convencido de que la educación en familia «será una realidad normalizada en España en poco tiempo, como lo es hoy la educación laica o la educación universitaria a distancia».
Para Carme Urpi, el único peligro que entraña esta opción es la «falta de seguridad y normalidad» de los «homeschoolers», al ser tratados «casi como delincuentes», cuando en realidad se trata de una opción legalmente reconocida en muchos países. Mascaró, por su parte, asegura que la principal consecuencia de este vacío legal es que «algunas familias se vean perseguidas por la administración» y la resolución de sus casos dependa «casi exclusivamente de los funcionarios de turno a los que les corresponda: asistentes sociales, inspectores educativos, fiscales de menores y jueces».
Laura se muestra plenamente convencida de que, hoy por hoy, el «homeschooling» es la mejor opción para su hijo si quieren vivir en España. «La crisis que vivimos no es solo económica, sino también educativa. Cuando el sistema oficial de enseñanza fracasa de un modo tan escandaloso, la obligación moral de los padres es buscar alternativas que garanticen a sus hijos la adquisición de las habilidades necesarias para la vida». Además, dice que su hijo, de 7 años, ya no quiere ir al colegio: «Sabe que existe la posibilidad de que tengamos que ir a juicio y perdamos. Ante esa tesitura, prefiere que nos vayamos a otro país antes que volver al colegio». 


 
Este artículo , trata del homeschooling, padre que prefieren educar a sus hijos en casa.
Son padre que no están satisfechos con el sistemas educativos de los colegios y por eso, son ellos mismos los que prefieren educar a sus hijos, anteponiendo el criterio familiar más personalizado y flexible por delante de un criterio escolar único para todos.
No estamos de acurdo con los padres que prefieren educar a sus hijos en casa, pues no creemos que sus hijos aprendan más o mejor que el que va a la escuela.
Un niño en casa, no aprende a relacionarse con los demás, trabajar en grupo, ser más autónomo, aprender unos de otros, saber respetar unas normas impuestas por otra persona que no sea sus padres...
Los padres tienen la obligación de elegir la educación de sus hijos, saber el colegio que les vienen mejor... pero no ejercer de profesores. Esto no quiere decir que los padres no puedan participar en la educación de sus hijos, al contrario, los colegios pretenden, y cada vez más, que los padres participen en la educación de sus hijos junto con el colegio. ESCUELA-FAMILIA.


  
 Las diferentes actividades que hace este padre con sus hijos, son magnificas. El llevar a los niños al colegio no significa que ya no pueda realizar las actividades, sino todo lo contrario, los niños pueden asistir al colegio y seguir realizando las diferentes  actividades con sus padres.
Pues esos niños en el colegio aprenderán a relacionar con niños de su misma edad, descubrir cosas juntos, saber organizarse, proponerse y superar metas...
Pues es cierto, que los métodos de enseñanza que han seguido los colegios no han sido los más correctos, pero para ello debemos seguir luchando, para cambiarlos y acabar con los métodos tradicionales. Y con padres así no se llega a buen fin.

Puede que con este sistema se obtenga unos buenos resultados académicos, pero la educación de un niño no es solo unos buenos resultados académicos.
No todos los padres están preparados para ello.
Es cierto, que los padres estarán mas implicados en la educación de sus hijos pero eso no quiere decir, que si sus hijos están en el colegio, no puedan los padres estar implicados. Pues el principal objetivo de los colegios es la participación de las familias. Trabajar juntos, escuela y familia.

Hay países que tienen este sistema legalizado pero no debería de ser así, pues los padres sí que tienen que elegir la educación de sus hijos, pero no hasta el punto, de que se conviertan en padres “maestros”.
La crisis que vivimos no es solo económica, sino también educativa” Es cierto, pero con familias que piensan así, difícilmente se podrá conseguir los objetivos propuestos.

Un niño de 7 años que nunca ha ido al colegio, no sabe como es, sus padres hablan mal de la enseñanza educativa. ¿qué tipo de interés va a tener ese niño en asistir al colegio?.

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